domingo, 15 de marzo de 2009

NASIMUJU(Poemàtica para María Lionza)

De: MARIOZZI CARMONA MACHADO





En medio del gentío
de las voces andantes
y las bestiales miradas
en los antojos que curvan
la carne cristalina
conoces el corazòn de esos, esas suplicantes y
les goteas saliva que beben cantando
tanto es el humor entre las piernas
clavado en el bajo del vientre
agarrado el sentimiento en las astas de los pechos
señora Lionza
que con tu belleza
intercedes por ellos.
Ella no pondrá armas
tú extenderás las manos
las besará
con ellas harà fuego
en aroma de batista
cocuy guardado en el fajo de la cintura
sal en hedor sudar
esa mujer
mìrala
llevàndose las bocas.
Va y no es paloma
ni ave macho
aunque desgarra y pide sangre
levanta la espuela
cayendo cuentas del rosario oro.
Mujer amada tanto
soledad no sola tienes
garabateada en espinas.
Quienes por ti anduvieron y fueron
no bebieron de tu mar.
Quièn te amarà como pides
atreverse
paga el alma.


Ojos
por cara
entonces verdes
cafè vestidos de negro
van levantando el aire
y los celos de los tuyos crecen
serà nuevo ese caminante
del pecho le anda el olor
asì la làgrima por la que vive
llega a penar contigo ese varòn de boca tan hermosa
que confunde las ansias de los naturales.
Las pisadas de luna
las tiene en la mano
viene implorando vienes
poder
lujuria
quiere confundirse contigo ese
que ni el fuego sabe tomar por boca
aunque te gusta
mucho
te gusta
ese hombre
en que madura el àrbol
cintura abajo.
Tregua no habrà
hasta que acaballe
tu cota de mallas
guerrera
de cuyo busto mana incesante leche amielada
y tambièn bachaco.

Pietà
no puede rondarte
tù sì.
Yace niño en tus faldas
envuelto en el almíbar
de sus humores
que la tierra espera ahíta.
Amarte lo dejò como ves
le miras sin triunfo
tù la venerada por vencedora
la encomendada a dàdivas
honrosas o sin nombre.
Amansadora de ponzoñas
fèminas de almas apetente
la que bebiò niña leche breve
reina de allì hecha
atrapada en besos de madre
mal de ojo del padre.
Vuelta pluma
otra vez niña
al mediodìa
en la comida nocturna
callas y miras
mujer buscadora de sus adentros
llevando la piel
que desprende el cobre en tiritas
esta persona de dònde sale
que dice bien y usted
reventando la ese.
Saben que van a adorarla
no deben y deben.

Serpenteo
y no de arroz.
Grano caìdo
no es cosecha.
Se oyen guaruras
junto a dejos de castañas
palmas batientes de manos morenas.
Eres la mùsica que entra
en el viento que agita la boca
no se crea que lamerá tus cuerdas
igualito que cuando copula con Wishu
claro que no iràs de arriba por las comisuras
mientras queda el color
que se riega
cuando pasas sòlo frente a sus ojos
alteza nombrada por ti misma
cosa que nadie oyò
màs todos juran.
En carta del cronista
Se escribiò ´´serà vista´´.
Serà mujer parida de vientre de princesa
le tomaràn por brazos
en dibujo besos
teñiràn sus mejillas
claro que harà rueda de baile
ahonda y avinagra el vino
en igual lo hace dulce
pensarla cuaja la mantequilla
corla la leche de los senos
y españolas prefieren la sangre beberle
que mirarla sandunguear la calle
la perjuran que es amante
de cada hombre
esa que ni siquiera va a pie por la calzada.
Aquella vez de la hostia
usaste velo
largo velo velado
encumbrado y en lila
què de ventarrones hizo
y no era Venus bajada
sino Lionza simple
bella
bellìsima.
Dicen que no es bueno
que la eucaristìa caiga
y callò
y veloz a tus pies fue el sacristàn
tù misma lo obligaste
mandado no màs con esos ojos simples
como una hoja de puñal
simple toda simple
de suma simple
simple simple.

Te han visto
por los pasajes serranos
esa en la que todos creen
anda encorvando su cerviz
que traigan cura
es que te sale al mes
la mujer tambièn.
Una india que te sirve
necesita fuerza para hacerte yacer
y con palabras que ella nada màs mienta
introduce en ti
algodones raptados de belladona,
Al rato, los que imploran distran la pedimenta
Y se aman
Desatadamente
Eclipsando luna y sol
Remolcaban puntos de arena
No del mar
Arena era
Arena.
En tu reino
Se lamen y se hablan
Dudan que les tomes las venas
La traición no se perdona
Ya pedirás
La cuenca de los ojos.
Sabes de un pacto
Que tenemos
De ceniza entorchada
Hermosa tú
Y la ceniza.
Por tu bajeo fui
Espiral claro con relumbre
De apodos que se quedan
Callas y besas
Siendo la saliva loca de vino
Abandono amable
Reproche seguro
Pero que cómo deja el
Plantío del gusto.
Ries jadeante
No concibes pequeña adorada de Tupí
Enrejada a tu montaña
Los golpes de vida y de agua

Pronuncias Yara en el pecho callado
Dentro de la caña de azucar de tu boca.
Señora
Reina
Todo te es faculto
Conbertida en venado
En pequeño tigre
Mariposa rayada
Batiente arma en las alas
Alta tiara
En la cabeza mundo
Bastones que cruzados
Protegen los pechos
Los ojos son almendras
Ébano claro el cuerpo
Paso sin marca
Teñido de luciérnaga
Puro silencio
Cabeza hacia atrás
Con boca que se abre.
Arquea en la corona la pluma
Si así te miraran reina
Finaliza el cosmos.
Maria Lionza
Sibila
Melodía
Cuerpo negro con la noche
Vienes
Silencio torrencial
Teñida con mixtura de onoto-urucú
De ojos que pican preguntando
Es ella
La reina de las aguas




Abrid las bocas y que
Pase su merced
Y pise.
Sabes cómo brota
Ese sudor que corre en
Gota pequeña
Por el cuello por el centro del pecho
Hilillo abajo crudo
De sal fértil
No siempre las vestales
Son mansas
Las hay con perfumen que ostentan
La imprudencia
De cabellos que entorchados
Dan escalera a los amantes.
Lo que eres
Todos dicen conocer
Que te gusta la canela
Aroma caliente
El marrón de la tierra
También que en los ojos tienes apetencias
Par de esmeraldas a robar
Cata el hispano.
´´Os juro que ensalivó esta palma

que vuelta azulada
bermeja y gris
túvela ya por perdida´´
Alcanzó mi mano su mano.
Vociferó el marañón.
No te quieren
Es un ruido triste de cintura.
No los quieres
Son huellas en sombra, fuertes
Mojadas en salmuera
Llegan para dejar lágrima corrida
Cortando plumajes
Y pico
Sin verdades ni solos pequeños
Ojalá no hubiesen juntado las horas
Las cabezas de los blancos
No y qué anunciaban serpientes
No y qué el águila abriendo sus alas
Taparía el firmamento.
Ay, qué pasó
Pronto la queja calla
Qué es, con ellos vino
Ellos lo trajeron.

No sabías una cosa así
El ovillo que enredaste
Quiere su propio cielo
Pero demandan cosas tuyas
Tu visión
Les espanta.
La estirpe te ordena
Curar la ofensa hacer amarres
Acunar el llanto
O su silencio.
Nadie pregunte a la reina nada en nada
Mil vueltas de sangre
Se han parado impúdicas
De escudo en su vientre.
La réplica castellana quéjase
Y se han venido sobre nosotras
Sin temor de la blancura en sello
No han valido rezos ni contriciones
Votivas
Ni rosarios de regalo ensartados en nácar.
Afrenta
Escarnio
Lanza centro por centro.

Les resplandecen los ojos
Que os acercan y que hacen
Lo que no hace la boca.
Hora, qué hora.
Ya no quedan niñas
Que no se les deban.
En silencio lo toman todo
Los miembros no los cubren
Miran sorbiendo
Lo que tu no sabes
Milagrosa portentosa dadora de cosechas
Y agua
Y viene la calumnia
Que no es tuya y te la ciñen.
Mirad sus caras que siguen de largo
Confundiéndose
Con torso
Piernas
Contornos horrendos
Por humanidad
Brillantez desnuda
Ácida y dulce.
Déjame ir

Sálvame rezo.
Voy con la cara envuelta
Llevo luto que me das.
Déjame ir
Tu beso se interpone
Me arrastra echa en tierra
Tú el Ícaro.
Vuela
Alucinación cobarde
Que quisiera maldecir.
Altura atada
Voz atada
Sal pedida
Lana vasija de alabastro
Mentes, dedos que venden secretos
En el miedo deseo
A la blancura que anda en
Bestia de negra cabellera
A el olor penetrante
Que vuelves manadero
Para lamer.
Aquí están vasallos de pan
Triste cortejo de cigarrones


De momentos temibles e impensados
Que crepitaron a las gotas
De saliva
De unos labios que rosados son.
Humatúbu
Bañó el lienzo
De tu piel
Para raspar el filo pálido
De los venidos lejos
Preferiblemente hubiera sido hallarte envuelta
De ríos
Que la cara sea guardada de
Improperio o alabanza
Ojalá me volviese pececillo
Para ir en tu garganta
Demorado comerte
Lamiéndote trozo por trozo
Mira siempre fue así
Esto del afacto que siendo breve
Junta en el tiempo la hora.

Hay hombres que silbando

Se trepan y son arrendajo que sólo mira
Mienten lengua como canto
Mas no es canto
Dulzura no más interminable
en bajeo que preña empala
y ya no crees tan incierto
que se tengan a una señora encomendados
es bella ay la moldura púbica
de estos hombres que juntas soplando los labios
es bella mirad la pulida piel de las mujeres
en que resbalan las castas
y caen las coronas de botones.
Hijosdalgos y gentilhombres
Damas e ilustres sin hilo de oro
Que arrastrar
Se quedan
Han venido
Se quedan.
A cambio melenas de plumas que escriben
Con tinta brillante como un ojo de pez.
Olor encumbrado sin ponientes
Cada saludo manadas de gusto
Cada sonrisa perfuma la espada

Grito que recibe un grito
Y muerte
Con muerte.

Ella se ha cambiado en centella
Reventando su matriz que cayó
De un tajo
Molida
De lágrima
Ensartose en la lengua
Todavía saltando y aún roja
Por lo que até esa llama
Conservé el corazón
Las manos
La cabeza enjundiosa
El corpiño separé con
Hojas
Todo mío era
Como suya yo.
Súbitamente una cabellera en saltos de noche
Rostro de esfinge
En par de piedras verdes
Los ojos


Sopló en mi vientre
Y en su boca risa.
Un momento yo sentada
Otro su beso
Corriéndome hasta los pies.
María del prado
Prado como nombre
Apellido para que puedan entender
Esas gentes llamadas blancas.
Del prado como enseñanza de
Camino y piedra
Sitio señalado
En santo y seña
Que exclama les cuide.
Tierra bautizada
Vista sin conocer
En medio de faunos que se tocan
La mujer está inmóvil
Convicta en gustos que nombran pecados
Que le han dado a tragar
Unos que son de Dios.
Quien eres y de quién

Cómo saber que Yara no es Ceres
Artemis Leda Antígona
Alba la Duquesa
Y que la han visto sino tigre
Venado
Canario por los techos
Hombre mujer mujer hombre
Mujer parida sola
A la vez que parte
De una mano todos los
Quereres todas las voces.
Pasa al pasar hasta el viento
Calla los gritos en que busca
Cada atavío que deshizo un muslo tuyo
El sudor
Lo que limpió y ovuló tu boca
Así saliste hija de ti
Para acunarte enseguida
Darte forma de niña que gravita con los pies
Besados no sobre el otro.
Protectora
Salva atravesando la garganta propia
Con tu vida en alarido.

No has muerto
Parece
Nadie vió el entierro
Aunque te portan en cofre

Única como gema valiosa
Fuera de la mina.
Otros queman ceniza de yerba
Compuesta y afilada amasada con golpes
Tiernos.
Nada de pedir pureza no ganada
Cada portal
Cada agua tomada
A la cabeza
La bordeaba una cola de mono
Tejida en viajes
Encima del pelo.
Susto como miran que manaba de
Las plumas
Lo que los labios recibían
Si de mujer adornados
Los del varón descalzo
Sólo en el cuerpo a veces

Dos lunas
Partidas.
Te gustamos dientes del nasimuju
A la forma del tajo
A la tonsura del primero
Que vió antier y hoy
A una muchacha igual en edad.
Esa punzada corre con el mismo
Hilo que urde en su tierra
María,
Es la pintura que le dice el rostro
Espejo que lanza
Con el veneno dulce
Y la tintura roja de frente a nariz
Onoto de la boca a la barbilla
Aterra tanto
Que pasma
Y el que va a morir
Espera suave.
Se encabritó la mano
Luego el torso y
El talantede nivoso a
Volutas de fuego

O soles corriendo en
Lados horizontales
Azuzando al sotavento
Guardando entre el pecho
Roca
Giros de cabeza
Y pierna sometida.
Van a levantarla,
A quién
A esa.
Con su bajeo
Regado por espina
Rezo
Elucubración
Calcinante
Llevada en ámbar
Que se parte al ristre
Señora canto de luna
No juegues con esta forma que recortas
Sumas, pintas.
Si quieres dejo parentela
En medio del hechizo
Me quedo por gusto
Favoréceme mujer
Métete
Busca la costilla y cose
Dame lo que ellos no saben
Rompe mi piedra con la mano.
Tengo arco
Que certero veras
Infla el viento
No corras vuelve la cabeza
Toma la flecha
Me entrego
Seré la espalda en la que dejes
Encerrado al día.
Usa esta cadera en columna
Enl la que hundas furia dormida
Ocultamente
Voy a asaltar tu paz
Las raíces traspasan el cuerpo
Hasta hacer manares caudalosos de
Rojo.
Esa centella es
Baño de licor en tu rostro
Pilar saliente del
Areópago visitado.

Yara pariente de Isis
María de María
O de Olimpia
Redondea pasos
Cada paso
Dejando atrás
Pétalos en estela
Que mienten con
Verdor dulce
La doncella
Calza sandalia
Vuelta plata de vigor
Andanza por la que sobre nadie
Hace borde débil.
Esta muchacha
Tiene un mar y un río
Con peces que salen
Al trote del agua
Enla que transita
Acuesta baila
Mientras en el caballete
Un ojo que mira le
Voltea la risa.

El entra de espalda
Portando antorchas pequeñas
Dejando manares
Vueltas recovecos
Sesgos manantiales rotos
Compuestos de nuevo
Quietos palpitantes
Azules blancos
Blancos rojos
Negros de negrura inmensa
Asidos con las manos
Ese que señor
Parece.
Unos brazos le visten
La cintura
El pecho va expuesto
Y el cabello a los lados
Corre tanto que
Detrás es cielo.
Ni ríe ni mira
Permite ser sentido
Quieta
Le rondas
Yara que así
Te vas a quedar.
Te vieron hecha pez y te sacaron
Grande
Con ánimo de ser.
Ningún puño
Le batió la osamenta ni
La cabeza
La boca alada quebró
Tanto amasijo de templanza
Mucho rezo
Bocanadas de humo
Teas gigantes
Portales caídos
Y otras vez levantados
De bancos de rosas mudas
Engalanados con olor de leche.
Mientan
Que la cola da tres idas
Y venidas
Alguien que miró las fauces
Jura haber olido torso
Doblado de mujer
Aunque esta no parecía
Triste
En una lágrima está envuelta
Como es cristal lo
Dejarán al agua
Fémina pescado
Aleta dorsal la escuda
Pero la pesca tú la haces
Tú que eres quien pesca
Ellos sólo gustan de ofrecerte un olor
Un pulso cada vez
Que venga el día
Tierra que de sudor no sepa
Harán eso por vos
Niña señor madre
Vas en las entrañas
Del árbol que
Los sustenta
Casa y barco les es.
Algunos porfían tu reino
En bonne sorte
Levántase
Cómo no dibujar
Este dicho entre los dichos.
Le viste

Agacharse y echar saliva
A los pies
De tu río.
Bajas mono
Con la cola en látigo
Le miras irse
Bebes
Esa agua, justa en ese sitio
Nada más tú
Puedes ver el contorno
Los labios
Húmedos sobre lo húmedo
Mojados
Repletos
Para ser persona eres temida
Es que fuego en lustre
Riega al pasar de copa en copa
Es que no te sirve
Pequeño animal de ojos muy
Negros fijos

Redondos
Con redondura de mundo
De negrura fija
Le dejarás creer que anda
Sin dueña
Trepas tu árbol
Con el rabo en bastón.
(PAUSA)
Cuentan que tienes
Los mirares realengos
Tan idos
Que puedan verlos prado
Amarillos por sol
Espejos de mata.
La misma coloratura
En la que se juntan
Palma de agua azul
Que llaman mar
Y añil de ese techo
Que da vértigo.
Y que se oye
Dar pasos
Que en tierra
Provoca seguirles
Baile sin cadencia
Con ritmo que sólo ellas y ellos adivinan
Para que se les amiguen
Y la pedimenta crezca y salte.
Dicen que los ojos saben
Dónde van aunque no
Miren guardándose en pestaña.
Hay quien habla de muerte por
Vuerlos
De milagro...
...
trinos
sonidos que engañan
el ave ha crecido en el lila
en el rojo violeta del vientre
en la tintura de
tinturas
tornando al cielo escarlata
pincelada en carbón
fondo de intenciones
...
cárguenla y duérmanla
abran su boca
miel con pedazos de luna denle
pan tanto
que se convierta en anchura de bosque.

He esperado a esa niña
Largo
Esa que poco tocó
El cuerpo en el baño
A la hora
En vano sus pies corren
Y su torso invita la saliva de
Los hombres.
Entorchado está el ovillo de su ánima.

La rosa
La boca tiene
Llena de arena de noche.
Perjuro es hacer que las estillas entren
Cada carne
En la cerne.
Por la carne
De carne en ella
Esta carne
Carne abierta
Enterrada sudada
Exhalando posturas
Como que si fueran perfume
Segura esa rosa
Que suelta las pieles

María eres tú.
¿Eres tú?
¿Quién?

No sabes lo que incitas
Se atan se clavan
Por ti acostados permiten
Voces de riña flotando
Que causan desolación
Huellas quedan
De hombres
De mujeres
No tienen nada

Denme esa tela
Dormida en esos
Olores
Mírenlos
te atacan a rezos
al tiempo
no les das cielo
ni nubes les das
tabaco rubio
pides les
pides
te lo darán gustosos gustosas
de no tener gusto
llegan de partes lejas
que bajes cantan
bajan gritan
susurran
en orquesta
en pensamiento.

Deambulas por el corcho
De sus torsos
Dejando el vaso abierto
Y con poco vino.
Esa es tu ley
Colgados les dejas
Hacia el centro
Capricho en el que te pones
Invertida la forma de pera
Vértice que en lo bajo
Deja caer gotas
De las tres pieles que
Envuelven.

Nicho para tu
Divina persona
Excelsa
Asimisma gobernada
Si no
Cómo es que juste te
Veneran vestidos en su desnudez
De dientes que quietos
Se paran igual que
Una lanza.
En lanza marchan
Se paran.
Dormida se te ven
Los párpados de Gioconda en misterio
Los senos en bastión
Como que si estuvieras de
Pie
La boca ríe tan suave
Es tempestad
Que silba
Torre inclinada

En albricias de Toledo cambianda
Conjurada con el Greco.
Te has ido al sol
Al centro de su
Ojo
Mientras Ícaro cela
La flama
Que te viste.
Así que
Picó la guerra
Santa
Que no es santa
Púnica
Que no
De la rosa
Orquídea pura mejor
Larga en su
Decena de días
Corta que se
Puede llevar en antorcha
Un minuto no más
Y el dolor es tan grande
Que tendría el corazón que

Ser catedral
Para proteger tanta brisa
Para proteger tanta brisa
Que golpea en el modo
De una boca.

Detrás un jinete tan grácil
Cercado por grupo de hombres
Cabellera larga
Miles de flechas en el arco
Brazo partido por fuerte
Las faldas traquean
En cortina de palma
Pelvis hundida de pozo

Abismo
De aquellos
Que vendrán.
A cada luz su luz
Esta hora de la gente morena
Lampiña
Profana
Invitada a mesa
Sagrada
A comunión perfecta
Aunque destilan
Alma impía
Jolgorio que rueda
En licor
Que sus mujeres escupen
Pasando de mano en mano
En su danza de cinco tonos
Esta hora
Sin letra antes oída
Adonde hemos venido
Cómo vinimos
Sus señorías
Ellos lo saben menos.
Se abrió la caja
Caes con sopor en
Barro
Duermes horas que no
Te pertenecen
Vaho camino
A tu frente entró con
Dolor caricias
Y por gustarte le

Dejaste obrar
Flor y nidura
Vistas que confunden
Su color
Será que no estás de pie
A lo largo de tu vianda
Así que el tiempo coge mano
Que borra partiendo de
Izquierda a derecha
Cuando tienes miedo
Quieres beso
Lo compras
Canela yerba mora
Para esparcir las ganas
Clavarlas juntas en ceja
Señora señorita
Sin hijos madre
Que la nombran.

Beber de ti
Reina y virgen
Como las otras eterna
Seis

Circulo de vestales
Se dividen
llevan brazos
o alas
o ambos
túnica
a partir de la cintura
se les ve la sonrisa
que ve
doblan y comen
cresta de luna
te observan así
dándote el mar
vertido en un espejo.
La señora aparece
Ellas callan callan su persona
Los torsos
Las cabezas
La ingle
Salto a la espalda
Lluvia en los ojos
Brisa
Por los pómulos
Sentadas al suelo
Doblan
Estas son las lágrimas
También las risas pequeñas
Las piernas las sacan
Con costura se mueven
Danza verde
Vuelta granate
Morda
Frote
Se cubren desnudas
Unas
A oras
Se muestran se riegan
Al pelo se cocen
La señora en O la boca abre
Viene oración
Sueño.
Halando el cuero
Prístino a claro castaño
Que se enreda

Enreda la madera
Larga larguísima

El que toca a distancia
Suda
Sangre en las manos
Ron
Chispa esperma.
La amarillentez de los ojos
Se derrama con lo
Que preña el hombre negro de fuerza
El negro de roca voluntad
Piel amañada al culo e´ puya
Ellos inventaron el baile
Más allá
Un tanto
De las dos piernas.
Mujer que doblas
El deseo
Ruega por ellos.
Que les das
dulce y sal
aceite y vela
ruega
aquieta las armas venenosas
ponzoñosas

nocturnas apariciones
derrama la cal
en vivas heridas
en la aurora
deten el minuto
imbatible
omnipotente
diosa con el dios
derrama la fortuna
que las flores no marchiten
haz en cristal
frutas eternas
por ellos
por ellas
corta la espera
arruga el cinto
por lo estrecho
dama
señora
tremenda
regina
emperatriz fortísima
inmaculada

dadora
divina
en lo alto encumbrada
ruega
pide
justa
fiel
guerrera
relámpago en fuga
taida cuerda perenne
ora
por nosotros
por nosotras
cura las ranuras
delos amares despechados
frota infinita el dibujo
no lo borres
ora
y
ruega.
(PAUSA)
Boca amarga la mía
Que esto vaga

Ha sido mi nombre
El que la nombra
Mi ruego la ruega
Le canta
Síncopa abierta
Encañonada al corazón
Redundancia por el canto
De poema
Llevo túnica ancestral
De piel y humores
Esfinge de Tebas
Adórala
María Lionza
Enigma lanzado
Irresoluto vuelto y quedo
Ay
No hagas
Señora invocada
Que se acaben las sílabas
Susurrando apretando gritos
Que convierto en cataplasma
De hoja
Infusión dulce amarga

Si quieres
Quieres
Y vienes sin pisar
Susto
Que para el viento
Mi criatura crédula
Golpeo delante
Desconfías de mi golpe
Lamentadora entre las palmas
Te he de ver
Vástagos de la pupa
Me vas a poner
Pero te veré
Nada dormida
Moreno cargarte
De agua vestida
India
Te pondrás
En la maraca
Cayendo la chicha
Garganta abajo
Te sientes
En el hablantío de las gentes

El Piache
Enmudecido por tus
Lenguas
Melopea
Cantar ignoto
Escribes en sus caras
Inmóvil en las cuentas te ponen
Te dejas
Para ahorcarles los miedos
(PAUSA LARGA)
Los blancos para otra cosa
Te quieren
Piden piden siempre
Insatisfechos
Hirientes, hermosos
Para mirar y mirar.
(PAUSA CORTA)
Naranjo
Fruto en que enrollas
Los dedos
Piedad que tienes
De esos olvidados
Si no mas quieren ser amados

Que si no lo son
Aman por ellos
Y por ti.
No dudan que les inventarás
Un cielo
Vete soberbia de propia
Creencia
Señora y que señora
Nombre
Habladurías más nada.
(SILENCIO)
Qué poder vas a tener tú
De donde viene. Lo hurtaste.
Agua bendecida echarte
Con salmos de vidrio
Coger tus pies
Y que no pasen.
Por qué esa luna te mira
Y al mandarlo se te pone el sol
Y das
Lo que no es tuyo
Fuego obsequias
Lluvia en desenfreno

Cuando se han hecho votos
Por tu sombra.
Se hierven las molduras
caen los retablos
lectura de epístolas
que aprendiste
cuándo.
El día se te brinda
Antes de dejarte sin faz
Yo no sé yo no sé
Por el altísimo
Habrá que pedir.
...
una mano
una gota aliciente
ruega otra vez
falta cruces para fiarse
pidamos a todos los santos
a cada paso
casco
vena ancha
corazón de bríos vestido
estola morada

epifanía consagratoria
antífona enarbolada
en cuatro bastones de oro
fuera hija de serpiente
que descama hablante
las espuelas.
Echadla
Levantad alta muralla
A su respirar
Ponedle horas
Derramad vino guardado de un día
De Jesús.
Afuera
Por la sandalia de Pablo Apóstol
Pañuelo de la Magdalena
Santo tan santo como ella
Borra su cara impía
De esta vida nuestra
Juramos
Piadosos compungidos a la tierra echados
Con el rosario apuntando la garganta
Si la voz es otra
Arrastrados vamos a andar

Por el vientre como pies
Atravesada la espalda en miles de ojitos
Que nos sellan las espinan
Castilla, Navarra, León
Tose tus dientes
En su cara
Aragón todo vaciarlo
Entre las piernas que la llevan
Salmos
Intenciones buenas
Amarras para la fiera vociferante
Dolor como abrigo
Tallado enjaezado cocido
Pegado atado ceñido
Lustrado lienzo colorido
Anatema para una virgen animal
Apostasía tiene su sobra
Y gritos
Estridencia atonal
Bestia melódica
Notas enjambre
Y gritos
Rogad

Por nosotros
Por ellas
Católicos enhiestos
De velo bendecido
Enceniza ungidos
Marcados para lo eterno
Con cielo ganado
Pecados lavados
pagados con brillantez, rubíes, plata
oro,
honras de doncellas
caricias pías de efebos.
Alejadla
Que si
Es hermosa
Tan bella que comparada
Perdón perdón
A otra encarnación se parece
Fé dan estas cuencas
De mirarla en el fresco
Que sale de los ojos de
Lacios morenos
Cierto

No cabe olvidarla
Hay que parar piedras
Lejos
Que esté lejos
Círculo centella
Reja bastiones escudos
Deben ser acomodados
No más esa visión
Esa figura maldita
Con todos los signos
Todas las señas
Ay, fuerza he de tener
Para no perder el señorío
Me llama
Le oigo
Lucha galanteo espada
Rompe el yelmo en centro
Y de un beso cierra la boca
Por la que se me sale el corazón.

Mariozzi Carmona Machado



ALGUNAS PALABRAS Y SUS SIGNIFICADOS:

Tupí, ´´Madre de Yara o María Lionza´´.
Humatúbu, ´´Color azul´´ según etnia Warao.
Nasimuju, ´´Collar de huesos de pescado´´. Etnia Warao.